Como ya se sabe, la cocina fue mutando su rol dentro de las viviendas. Pasó de ser un espacio que solamente concentraba las funciones de preparación y preservación de alimentos, para ser el centro de la reunión social de la casa. Y así llegaron modificaciones en el mobiliario, nuevas materialidades, propuestas estéticas que crearon un nuevo lenguaje.
Las islas sin ir más lejos, nacieron como auxiliares y se fueron convirtiendo en absolutas protagonistas, vedettes indiscutidas del ambiente. Hoy se trata de un módulo que además de colaborar con actividades de preparación, limpieza, guardado, también nos proporcionan un espacio que garantiza la interacción social. Se transforman en barras desayunadoras, espacios de trabajo, un lugar para compartir y conversar, sumando más y nuevas funciones.
Y como pasamos más tiempo en la cocina, se fue vistiendo también con una materialidad cada vez más elegante. Emilse Samoluk, Asesora Estratégica de Producto de HÄFELE Argentina, comparte algunas tendencias que demuestran esta transformación que estamos viviendo como consecuencia de este comportamiento.
Materiales. Un nuevo material que se asoma es el acero inoxidable revistiendo equipamientos completos, tanto frentes como mesadas y bachas generando bloques que resultan muy imponentes y profesionalizan el espacio, fundiéndose en un mismo lenguaje con los electrodomésticos y complementos. La calidez en estos espacios se da gracias a la combinación con texturas naturales, maderas principalmente.
Colores. La tendencia más notable en cuanto a colores plenos, se la llevan el color rosa en combinación y degradé con terracotas y el verde tipo malva con sus gamas y saturaciones también. También está muy presente el azul en puntos centrales. Los tonos claros de maderas o las maderas bien oscuras, en tonos negros mate, combinados con mármoles claros y detalles en dorados, siguen siento estándares. El negro, blanco y gris siguen siendo los neutros más elegidos.
Vitrinas. Los espacios de vitrina/exposición, se expanden para mostrar los gustos y posibilidades de cada “cocina” desde una vinoteca, una huerta, un Coffee Station o bien un espacio de vajillero. En este último caso, los vidrios tonalizados se repiten en los colores fume o caramelo, y generan un plano escenográfico. Los marcos de aluminio anodizados se mueven en el espectro del dorado, blanco o negro, siempre mate.
Estructuras colgantes y divisoras. Las estructuras colgantes que nacieron de la mano de la integración de extractores de humo y vapores pasaron a ser, gracias a la evolución tecnológica (extractores integrados en anafes), esculturas decorativas y de apoyo de elementos auxiliares, utensilios, deco y elementos de iluminación.
Las estructuras divisorias también trabajan de soportes para electrodomésticos que suelen estar incluidos en equipamientos más grandes, voluminosos. Un recurso curioso que nos dan estas estructuras es la “envolvente” de los módulos de cocción, por ejemplo, colaborando con la desintegración de equipamientos que por lo general suelen ser “pesados” visualmente.
Modulación. Un recurso muy curioso que empieza a repetirse es, la diferencia de profundidades en mesadas, respecto del resto de los módulos utilitarios, de guardado o cocción.
Hace un tiempo que la profundidad de las mesadas es una discusión más que válida, ya que el espacio asignado tradicionalmente empieza a quedar escaso, teniendo la posibilidad de ampliarla y generar superficies de trabajo más confortables. Esto genera salientes que, aprovechando la tendencia de las superficies curvas, se suavizan evitando salientes agudas.
Esta profundidad se aprovecha también para generar nichos de guardado que pueden dejarse a la vista o bien taparse con algún sistema corredizo.
Mesas. La integración de la mesa a la isla empieza a ser la forma que rompe con la línea general del espacio; pueden ser geométricas más caprichosas como también curvas que acompañan el recorrido. Las formas curvas y círculos se llevan el primer puesto acoplándose en los extremos y mostrando algunos trabajos de cambio de materialidad, color y biseles rectos o suavizados.
La fórmula que se transformó en un standard es mesada de isla en piedra y mesa en madera, dándole calidez al espacio que estará en contacto más cercano con el usuario.
Anexo de guardado. Nuevos volúmenes que se muestran independientes de la cocina, pero que sirven como guardado tanto de cocina como para una sala, articulan en esa transición de los espacios de reunión. Éstos suelen ser de altura baja o bien módulos aislados flotantes sobre pared. Dejan ver parte o la totalidad de su interior, utilizando el varillado o marco de aluminio y vidrio. Tanto estas puertas como las del resto del equipamiento tienden a utilizar bisagras lo más ocultas posibles.
Los fondos e interiores reflejan materiales con texturas o vetas, por ejemplo, si las puertas son varillas o coloreados, el interior tiende a ser liso de color acorde y en caso contrario con frentes translucidos o transparentes los fondos tienden a tener dibujos o vetas. El juego interior/exterior del color ayuda a dar ambiente.
Puertas ocultables o de guardado lateral. Estas puertas continúan siendo tendencia en estos espacios transformables en donde lo que no se utiliza se oculta y le da lugar a otro espacio de uso o bien se dejan ver todos a la vez.
Las bandejas extraíbles también son herramientas útiles en el momento de la preparación en cada uno de esos espacios.
Cajones. La madera natural en cajones empieza a tener más importancia en la instancia de la organización. Cuberteros y organizadores modulares siguen en pie como complemento.
Los cajones tienden a utilizarse con frentes altos y a su vez uno o varios cajones internos que, por fuera, no se diferencian de las puertas.
Bachas. Aquí nos encontramos con la continuidad del material de la mesada transformado en bacha, utilizando los recursos de rebajes y perfilados generando espacios de escurrido. También el contraste de colores, por ejemplo, blanco y negro en bachas aplicadas, de la mano del color negro de la grifería es un recurso muy utilizado y muy estético. Los recursos de refilado en los bordes están presentes en la mayoría de las terminaciones.
En esta instancia vuelve a aparecer el juego interior-exterior entre mesada y bacha, por ejemplo: mesada blanca y bacha negra+ grifería negra. Este recurso esta enfatizado por la colocación de bachas por debajo de la mesada.
Frentes. Un recurso muy curioso es el del cruce de vetas dentro de un mismo frente. Podemos ver también texturas como los ranurados, en madera, aluminio, piedras o bien termoformados generando diferentes niveles.
Electrodomésticos. La tendencia en cocción en mesada, son los anafes que evitan la instalación de una campana de extracción. Gracias a ellos, las islas se liberan de obstáculos visuales y se muestran más livianas. Por otro lado, el Pitt cooking es protagonista en algunas cocinas, así como las hornallas a inducción incorporadas en la misma mesada.
En hornos, las marcas más representativas del mercado lanzaron frentes en colores mate, blancos, grises, negros e incluso tonos cercanos al dorado/champagne para terminar de unificar la gama de los materiales del equipamiento.
Y la lista de detalles que están cambiando, continúa.
Para mayor información, HÄFELE publicó en su canal de YT el siguiente video en el que se puede acceder a la última conferencia realizada por la experta donde comparte todos estos datos y muchos más.