El concepto de lujo está cambiando. Ya no se trata de mármoles importados ni lámparas colgantes, sino de tiempo, eficiencia y bienestar. En el desarrollo de edificios de alta gama, el acero, la electricidad inteligente y el diseño emocional se consolidan como los pilares de la nueva arquitectura del confort.
Según un informe reciente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), el sector de obras privadas creció 9,3% interanual, impulsado por proyectos residenciales y hoteleros sustentables, con mayor demanda de materiales industrializados y eficiencia energética. En ese contexto, las firmas Herpaco, Koudentech y Verona Disegni emergen como referentes de un modelo constructivo que combina productividad, diseño y rentabilidad a largo plazo.
Acero: la base del futuro constructivo
El acero dejó de ser patrimonio exclusivo de la industria pesada para transformarse en un aliado estratégico del real estate moderno.
“Desarrolladores y constructoras buscan construir más rápido, con mayor calidad y sustentabilidad, y el acero responde a esas expectativas con creces”, afirma Marcelo Pascual, presidente de Herpaco, empresa con más de 35 años de trayectoria en provisión de insumos siderúrgicos.
La adopción del sistema steel frame y las soluciones modulares metálicas permite levantar edificios y complejos turísticos hasta un 50% más rápido que con obra húmeda tradicional, con menor impacto ambiental y un control de calidad industrial.
Además, su capacidad antisísmica, reciclabilidad y precisión constructiva lo convierten en un material clave para los nuevos proyectos premium que priorizan sustentabilidad y velocidad sin resignar estética.
Eficiencia eléctrica: el lujo de la previsibilidad
Si el acero representa la estructura del futuro, la energía eficiente es su motor invisible. En tiempos de costos crecientes y exigencias de certificación, el mantenimiento predictivo surge como una solución que ya transforma las industrias y comienza a ganar terreno en la infraestructura edilicia de gran escala.
“Este es el momento para pasar del parche a la mejora estructural”, señala Diego Geninazza, fundador de Koudentech, firma especializada en proyectos eléctricos predictivos.
Su enfoque reemplaza el mantenimiento correctivo por una gestión basada en datos y planificación, reduciendo fallas y mejorando la eficiencia energética.
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), las auditorías industriales generan ahorros del 12% en consumo eléctrico y hasta 25% en combustibles, cifras que, trasladadas a desarrollos hoteleros o corporativos, significan millones de pesos de diferencia anual.
“La electricidad dejó de ser un tema técnico: hoy es un tema financiero. La eficiencia eléctrica es tan estratégica como cualquier inversión productiva”, agrega Geninazza, anticipando que el mantenimiento predictivo será el estándar operativo en los próximos complejos urbanos inteligentes.
El diseño como estrategia de negocio
El tercer pilar de esta nueva generación de obras lo aporta el diseño sensorial, entendido no sólo como estética sino como una herramienta de rentabilidad y bienestar.
“Los espacios no se piensan solo para verse bien, sino para sentirse bien y rendir mejor”, explica Soledad Dirani, directora creativa de Verona Disegni, estudio reconocido en Casa FOA 2025.
Las tendencias de interiorismo apuntan a una sofisticación silenciosa:
- Color como lenguaje emocional, delimitando zonas y generando identidad visual sin divisiones físicas.
- Formas orgánicas y curvas suaves, que invitan al movimiento y transmiten calma.
- Materiales nobles y duraderos, como piedras naturales o metales satinados.
- Espacios que narran experiencias, integrando luz, arte y vegetación.
- Y, sobre todo, bienestar como nuevo lujo, con recorridos intuitivos e iluminación natural.
“Hoy el diseño tiene que abrazar, no impresionar”, resume Dirani. Una premisa que se traduce en estadías prolongadas y mayor fidelización para las marcas hoteleras o residenciales que adoptan esta mirada.
Desarrollos de alto impacto, mantenimiento de bajo costo
En los grandes complejos urbanos, combinar estructura metálica, energía predictiva y diseño emocional significa ampliar márgenes de rentabilidad sin incrementar costos operativos.
El acero permite estructuras livianas y modulares; la electricidad inteligente reduce consumo; y el diseño sensorial eleva la percepción de valor y la satisfacción del usuario final.
Los proyectos premium de 2025 ya reflejan esta convergencia: edificios corporativos certificados bajo normas ISO, hoteles que aplican iluminación circadiana y sistemas de monitoreo energético, y residencias de lujo con envolventes de acero y materiales nobles reciclables.
Para Herpaco, el desafío es mantener la calidad y el servicio en un mercado que se vuelve más exigente. “Nuestro compromiso es ser más que un proveedor: acompañamos técnicamente y entregamos justo a tiempo para que cada obra avance sin fricciones”, asegura Pascual.
Hacia una arquitectura inteligente y humana
La integración entre ingeniería, sustentabilidad y arte redefine el mapa de la construcción argentina. Ya no se trata de elegir entre lujo o eficiencia: las nuevas obras combinan ambas variables en un mismo ADN.
Koudentech propone infraestructura eléctrica evolutiva, Herpaco consolida el acero como eje de innovación constructiva, y Verona Disegni impulsa un interiorismo emocional con identidad.
Juntas, estas visiones configuran el modelo de arquitectura inteligente y humana que marca tendencia en América Latina.
Una definición que podría aplicarse tanto a un hotel boutique en la Patagonia como a un rascacielos de oficinas en Puerto Madero: el lujo del futuro no se mide en metros cuadrados, sino en experiencias y eficiencia.





