Hace dos años, una empresa tecnológica en San Francisco enfrentaba una crisis silenciosa: el 76% de su personal reportaba niveles alarmantes de estrés y ansiedad. La rotación de empleados superaba el 25% anual, y la productividad caía en picada. La solución no llegó con bonificaciones económicas ni con ajustes jerárquicos, sino con un giro hacia políticas de bienestar integral: horarios flexibles, sesiones de meditación guiada y acceso a terapias alternativas. Los resultados, según un informe interno, fueron contundentes: redujeron el estrés en un 40%, aumentaron la retención de talento en un 35% y mejoraron su margen de ganancias en un 18% en seis meses.
Esta historia no es una excepción, sino un reflejo de cómo el clima laboral -un concepto que lleva décadas en la agenda de recursos humanos- está siendo redefinido por herramientas que trascienden lo tradicional.
“El clima laboral ya no se mide solo con cuestionarios: hoy es un ecosistema donde convergen salud mental, tecnología y expectativas generacionales”, explica Antonella Savoca Bentivegna, CMO de Briut Salud, plataforma de teleconsultas que integra medicina tradicional y alternativa.
Terapias alternativas: ¿moda o herramienta estratégica?
Mindfulness, coaching ontológico, bioenergética o reiki solían sonar a lenguaje de startups y organizaciones más informales. Hoy, son parte de estrategias corporativas. Un estudio de la Universidad de Massachusetts reveló que el mindfulness reduce la ansiedad laboral en un 32%; Google reportó un 37% más de productividad tras implementarlo. La Federación Internacional de Coaching (ICF) destaca que el 70% de los empleados mejora su rendimiento con coaching, una industria que ya mueve $20 mil millones anuales.
“Las empresas entienden que el bienestar no es un gasto, sino una inversión. Un colaborador estresado cuesta hasta tres veces más en pérdidas por ausentismo y baja productividad”, señala Víctor Dosoretz, CEO de Briut Salud. Su plataforma -que ofrece desde aromaterapia hasta medicina funcional- es un termómetro de esta tendencia: un alto porcentaje de sus usuarios corporativos busca combinar psicoterapia con disciplinas como yoga o terapia floral.
El estudio del clima laboral no es nuevo. En 1924, Elton Mayo inició sus investigaciones en la Western Electric Co., descubriendo que factores como la atención emocional y la cohesión grupal impactaban más en la productividad que las condiciones físicas del trabajo. Sus hallazgos sentaron las bases de un campo que, un siglo después sigue buscando respuestas.
Pero fue la pandemia la que aceleró la transformación del concepto de clima laboral. El trabajo remoto, la digitalización y las demandas millennials -priorizando flexibilidad y bienestar- obligaron a las empresas a mirar más allá de las encuestas de satisfacción. Según Deloitte, el 77% de los trabajadores experimentó burnout en 2022, y la OMS estima que la ansiedad y depresión cuestan 12 mil millones de días laborales anuales.
Briut Salud: un puente entre dos mundos
El buscador de especialidades de Briut Salud sintetiza su filosofía híbrida. Dividido en dos secciones —terapias alternativas y medicina tradicional—, incluye 25 disciplinas, desde astrología y biodescodificación hasta nutrición ayurvédica y mindfulness. “No se trata de reemplazar la ciencia, sino de complementarla. Un empleado con migraña crónica podría necesitar un neurólogo y un terapeuta holístico”, ejemplifica Savoca Bentivegna.
Este enfoque responde a un dato clave: el 89% de los trabajadores valora la flexibilidad horaria, pero el 64% se siente agotado por la falta de límites entre vida personal y laboral, según un trabajo de INECO, IDEA y PUNTUAL. “La telemedicina permite acceder a salud sin sacrificar horas de trabajo. Es un ganar-ganar: empresas retienen talento, empleados gestionan su bienestar”, agrega Dosoretz.
Del dato a la acción: casos y cifras
Las estadísticas no mienten. Según Zippia, el 83% de los estadounidenses sufre estrés laboral; Harvard advierte que un mal clima incrementa el estrés en un 48% y reduce la eficiencia en un 30%. Pero cuando las organizaciones actúan, los resultados son tangibles: Deloitte halló que aquellas con climas favorables tienen un 22% más de ingresos y 25% más retorno de inversión.
“El futuro del trabajo exige líderes que vean la salud como un todo. No basta con un psicólogo corporativo; hay que ofrecer herramientas diversas para necesidades diversas”, insiste Dosoretz. La medicina integrativa -que combina tratamientos convencionales con terapias complementarias- emerge como respuesta.
Hacia un bienestar sin etiquetas
Las definiciones sobre clima laboral abundan. Luc Brunet, doctor en psicología del trabajo y de las organizaciones y profesor titular del departamento de psicología de la Universidad de Montreal, define el clima laboral como las percepciones compartidas sobre políticas y prácticas organizacionales, mientras que, John P. Campbell, psicólogo organizacional y profesor en la Universidad de Minnesota lo vincula a “atributos del ambiente que influyen en el comportamiento”.
Sin embargo, el clima laboral del siglo XXI ya no cabe en definiciones estáticas. Es un organismo vivo que demanda adaptación constante, donde lo emocional, lo físico y lo digital se entrelazan. Las encuestas siguen siendo útiles, pero como señala Savoca Bentivegna, “son solo el punto de partida. La verdadera transformación ocurre cuando escuchamos lo que no se dice: el cansancio acumulado, la necesidad de conexión auténtica”.
En un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), las empresas que sobrevivirán no son las que tengan las mejores oficinas, sino las que entiendan que el bienestar es un derecho, no un beneficio. Y en esa ecuación, las terapias alternativas ya no son un extra, sino un aliado estratégico.