Mucho se habla de economía y de moda circular, y la decoración no es ajena a esta propuesta. Invita a repensar desde todo punto de vista, social, ecológico y económico.
Los muebles de madera nos ofrecen una gran oportunidad. Por un lado, porque lo que para uno ya es “demodé” para otro puede ser un objeto icónico, porque lo mira con otros ojos y, porque además tiene posibilidades infinitas de presentarse de modos completamente diferentes.
La versatilidad y naturaleza del material, hace que siempre pueda ser recuperado a diferencia de un plástico, por ejemplo, que en determinadas condiciones es material de desecho.
No es casual que los resultados del reciente barómetro de Maison&Objects #6 (estudio desarrollado por la exposición de diseño internacional y que evalúa la evolución del sector de la decoración de interiores, el diseño y el estilo de vida), destaque que para el 2025 el mercado mundial de muebles usados podría alcanzar los 47.500 millones de dólares. El mismo resalta un movimiento inevitable hacia el mercado de “segunda mano”, dado por el reciclaje o por el upcyclin (reutilizar partes de un artículo para otro
propósito u objeto).
Asimismo, las redes sociales también evidencian esta propuesta de “Deco Circular”, ya sea, mostrando los “viejos-nuevos” objetos en escena como poniendo en relieve el trabajo de talentosas restauradoras extremas a lo largo y ancho del país.
Florencia Tolosa, desde Rosario y conocida en redes como @FloTallerDeMuebles, recicla y restaura muebles desde hace más de 10 años. Flo define su trabajo como una forma de vida, un concepto. “Los muebles nos acompañan, son cómplices de nuestra historia, tanto los heredados, como los que compramos usados para reciclar. Es una manera de percibir nuestro entorno y de crear nuestro hogar. Para mí siempre, siempre vale la pena darles una segunda, tercera, cuarta oportunidad, incluso más si
es de madera maciza”, expresó.
Además agregó: “Al momento de iniciar una restauración, lo primero que pienso es el diseño de ese mueble. Cómo me lo imagino, cómo lo quiero, en qué lugar de mi casa. No todos los muebles tienen que ser estrictamente para lo que fueron construidos. Una mesita de luz, puede estar en un baño como mesa de apoyo o en un living como mesa de arrime, en una cocina para guardar cosas. Descontextualizar el
mueble para que forme parte de nuestra casa. Luego pongo manos a la obra, lo desarmo, lo lijo, lo decapo, lo protejo para que la madera salga a la luz, reviva y nos acompañe muchos años más”.
Florencia Vazzano, en RRSS @GaetanaDeco, desde Olavarría destacó: “la restauración de muebles sin duda ha ganado popularidad. La gente busca reducir residuos y agregar un toque único a sus hogares. Para iniciar el trabajo lo principal es la inspección, examinarlo para planificar y pensar qué queremos lograr y qué materiales vamos a necesitar. Evaluar si el mueble necesita algún tipo de reparación en su estructura, grietas, etc. Luego proceder con la preparación de la superficie para luego sí, pintarlo o protegerlo. Fundamental, ¡la paciencia!”.
La mayoría de muebles que recibe en su taller (en el que trabaja ya hace 8 años) son antiguos y en muchas ocasiones ingresan de un modo, con un “uso” (roperos, cómodas, etc.) y salen transformados, con nuevas vidas y nombres, como vajilleros por ejemplo. Sostiene que en general recibe muebles de clientes particulares, pero que también ha notado una tendencia cada vez más fuerte de personas que compran para vender o para reciclar, no solo porque los tienen en casa. La familia de Florencia por ejemplo tiene un anticuario (@anticuariovazzano), que da cuenta de esto que ella afirma y del que, además, muchas veces recibe clientes.
@VadeRetro, la dupla de Pilar y Carolina resaltaron que “en la era del consumismo, reciclar un mueble, es un acto de rebeldía. Ver cómo en otros países está instalada la cultura del descarte, nos angustia un poco. En nuestro país, por suerte, esto no sucede. El argentino, por diferentes causas, le da significado a lo antiguo y decide darle otra oportunidad. Valoramos el trabajo artesanal de ebanistas del pasado, trabajos que perduraron en el tiempo. Muchos de nuestros clientes deciden reciclar sus muebles para conservar recuerdos de familiares muy queridos. Algunos ejemplos clásicos son la máquina de coser de la abuela, el vajillero de la tía donde guardaba la colección de tazas de té, o simples objetos, como cajitas, que traen consigo muchos recuerdos y la madera, material noble si los hay, nos permite recuperar estos muebles
y objetos”.
La dupla agrega que, cuando tienen algún tiempo entre los trabajos a pedido, compran en remates muebles que reciclan y venden. Dicen tener el ojo entrenado para saber si un mueble tiene #altopotencial, como le dicen ambas y además resaltan que estos objetos son sus permitidos para ser libres y expresar su arte y pasión por la recuperación de muebles. Para ellas “reciclar un mueble no vale la pena, sino que vale la alegría”.
Cetol, marca líder en el cuidado y protección de la madera del Grupo AkzoNobel, ofrece una serie de soluciones tanto para proteger como para dar un nuevo look, para que un mueble vuelva a nacer. Desde soluciones incoloras y mates, que prolongan las oportunidades de circular del objeto (Cetol Belleza Natural), hasta productos listos para usar con color y protección como Cetol Classic Balance (viene en 6 tonos y 2 terminaciones satinado e incoloro) o, por qué no, aquellos que suman una pátina
blanca traslúcida, para los amantes de lo vintage.
La arquitecta Viviana Insaurralde de Cetol, destacó: “la cultura de usar y tirar no va más. Cuidar es lo primero y reinventarse tantas veces como sea posible es lo que nos hace únicos. Porque incluso en la nueva oportunidad, se puede encontrar más valor. La madera nos ofrece esa posibilidad, dejarla pasar, sería no comprender su elección”.
Estamos ante la presencia de un consumo más slow, alejado de la producción masiva y acelerada, centrado en la importancia del valor artesanal de las cosas, del aporte humano.
Marcas reconocidas a nivel mundial están desarrollando plataformas de venta de equipamientos “outlet” dado que identifican además esta forma de concebir los objetos. A nivel local, cada vez son más los mercados y negocios que ofrecen muebles que en ojos de otros, dejan de ser descartables para convertirse en deseables.