Randstad, la compañía de talento líder a nivel global, dio a conocer 6 claves para llevar adelante un home office saludable y productivo identificadas por su equipo de expertos en gestión del talento. Especialmente en la recta final del año, donde el cansancio se hace notar y puede jugarnos una mala pasada, estos tips resultan de mucha utilidad para mantener la performance y evitar que el trabajo remoto comprometa nuestro bienestar. Definir un espacio de trabajo; generar una rutina diaria; fomentar la interacción social con colegas y superiores; mantener hábitos saludables; pausar las redes sociales para maximizar la productividad y utilizar herramientas de comunicación efectivas son claves para trabajar desde casa sin morir en el intento.
“El teletrabajo ha pasado de ser una alternativa ocasional a convertirse en una práctica regular para muchas organizaciones en todo el mundo, para los trabajos y posiciones que por sus características no requieren sí o sí de presencialidad. Para este segmento de trabajadores, que alcanza a aproximadamente el 30% del total de la fuerza laboral, el trabajo remoto es muy valorado, ya que permite a los colaboradores un mejor balance entre trabajo y vida personal. Sin embargo, aunque trabajar desde casa ofrece claras y variadas ventajas, también implica desafíos en términos de productividad y bienestar”, sostuvo Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
Estas son algunos factores clave a tener en cuenta para mantener el equilibrio y sacar el máximo provecho del trabajo remoto, recopilados por los expertos en gestión del talento de Randstad:
1. Definir un espacio de trabajo. Existen tantas experiencias de home office como colaboradores en cada organización. Tenemos quiénes conviven con su familia, los que están solos, los que tienen mucho espacio y los que tienen menos posibilidades para acomodarse. Independientemente de cuáles sean las condiciones que cada persona tenga, es importante delimitar un espacio de trabajo, ubicarnos -siempre que se pueda- en el mismo lugar y que los elementos laborales tengan un sitio especifico. Más allá de la búsqueda de comodidad, esta delimitación espacial permite que al cambiar de espacio y guardar los elementos de trabajo se delimite también el tiempo de trabajo del tiempo personal.
2. Generar una rutina diaria. Para poder trabajar desde casa es muy importante establecer límites claros entre el tiempo laboral y el tiempo personal y tratar de seguir una rutina que impida que el trabajo invada todo. El aseo y vestirse para el trabajo, aunque sea en el living de casa, es parte de esa rutina que influye positivamente en el estado de ánimo. Lo ideal es crear una rutina y establecer los objetivos y las prioridades del día sin descuidar los momentos de relax físico y mental. Realizar breves pausas activas al menos una vez por hora ayuda a desconectar y evitar el sedentarismo. Es importante también asegurar pausas más largas, por ejemplo para el almuerzo o la merienda, para retomar el trabajo con más foco y energía. Cambiar de aire, aprovechando los distintos espacios disponibles en el hogar como el balcón, patio o terraza, o saliendo a dar una vuelta a la manzana, también es muy recomendable cuando el ritmo de trabajo se hace intenso.
3. Fomentar la interacción social. El home office puede ser solitario, por lo que es importante organizar reuniones virtuales informales o actividades de equipo para mantener los vínculos y el sentido de unidad y evitar el aislamiento. Este tipo de acciones no solo mejoran el ambiente de trabajo, sino que también contribuyen al bienestar emocional de todo el equipo. Y si la ubicación geográfica lo permite, resulta ideal tener encuentros presenciales semanalmente.
4. Mantener hábitos saludables. Ya sea en casa o en la oficina, resulta crucial cuidar las fuentes de energía como la alimentación, el ejercicio y el descanso, así como también tomar agua, pararse, y estirarse regularmente. Una alimentación balanceada, rica en frutas y verduras, ayuda a sentirse más liviano y lleno de energía para encarar la jornada laboral. Cualquier actividad física es buena para desconectar después de un día de trabajo intenso, y es una herramienta muy efectiva para aliviar el estrés y la ansiedad.
5. Pausar las redes sociales para maximizar la productividad. Poner en pausa las redes sociales y notificaciones e, incluso, poner el celular en modo avión regularmente durante la jornada laboral es una gran estrategia para que el día rinda más. Así podemos poner toda nuestra atención en el trabajo a realizar y, luego de cumplida una tarea, podemos gratificarnos con un poco de distracción con el celular.
6. Utilizar herramientas de comunicación efectivas. En los equipos remotos, una comunicación fluida es fundamental para alcanzar los objetivos proyectados, evitar los malos entendidos y ser productivos. Existen numerosas plataformas que ayudan a organizar el trabajo colaborativo, además de las rutinas de reuniones regulares para organizar el día, administrar proyectos, despejar dudas y complementarse entre colaboradores.
Sin dudas, la posibilidad de trabajar de forma remota es la gran conquista que ha dejado el paso del Coronavirus para una parte de los trabajadores del mundo, y está claro que Argentina y nuestra región no escapan a esa realidad. En este contexto, la expectativa de flexibilidad crece, es transversal y, en muchos casos, se convierte en una demanda innegociable para los trabajadores, motivo por el que la flexibilidad es uno de los factores más valorados en un empleador y constituye un gran atractivo para el talento a la hora de optar o no por una empresa para trabajar.
“Muchas organizaciones están analizando hoy con mucho más detenimiento cómo va a ser su esquema permanente de trabajo a largo plazo y cómo eso va a impactar en la disposición, tamaño y diseño de sus oficinas y otros aspectos asociados a la ubicación, disponibilidad, función y mantenimiento de los espacios de trabajo. Todos estos factores están siendo evaluados por las compañías a la hora de tomar decisiones conscientes respecto a los formatos de trabajo, tomando en cuenta también la necesidad real de una mayor presencialidad en esos ámbitos laborales para que pueda darse la trasmisión de cultura, el encuentro, la creatividad y la generación de ideas colaborativas y otras cuestiones que solo se dan en el trabajo cara a cara de los equipos”, concluyó Andrea Ávila.